La sublínea pretende abordar el problema de la investigación formativa, desde aquellos espacios no formales e informales, pero igualmente reconocidos por su incidencia educativa y poco explorados en la labor del educador físico tradicional. Se trata de los usos corporales cotidianos, en cuanto movimiento y sensorialidad, que implican la integralidad de la persona humana y su tendencia natural a la autorrealización.